Uno de los frutos más apreciados y populares, la piña, tiene una historia interesante para contar. Originalmente autóctona de Paraguay y de América del Sur, se extendió desde su tierra natal, por los indios locales, a través de la América del Sur, Centroamérica y las Indias Occidentales.
Más tarde, fue llevada a España, en el momento que Colón descubrió América en 1492.
En los siglos XV y XVI, se extendió al resto del globo por los navegantes europeos que la transportaron para protegerse del escorbuto, una enfermedad causada por la deficiencia de vitamina C.
Científicamente a la piña se la conoce como “Ananas comosus” y pertenece a la familia de las Bromeliaceae.
La piña es una planta tropical, perenne, resistente a la sequía. El árbol puede crecer hasta obtener una altura de 120 centímetros de altura y se extiende alrededor de un radio de unos 2 o 3 metros.
Se trata esencialmente de un tallo corto, robusto, con una roseta de hojas de cera, con punta de aguja.
Beneficios, propiedades y usos para la salud de la fruta de la piña.
La piña es baja en calorías, siendo el sabor de esta fruta deliciosa y contiene minerales y vitaminas que son indispensables para una salud óptima.
100 g de fruta proporciona sólo alrededor de 50 calorías equivalentes al valor calórico de las manzanas. No contiene grasas saturadas o colesterol, pero sin embargo, tiene excelentes fuente de fibra dietética soluble.
La piña tiene una enzima proteolítica llamada bromelina, esta tiene propiedades antiinflamatorias, anticoagulantes y anticancerígenas.
Los investigadores han descubierto que el consumo de la piña ayuda a regular la lucha contra la artritis y la indigestión.
La Vitamina C es necesaria para la síntesis de colágeno en el cuerpo y esta deliciosa fruta contiene esta vitamina, siendo el colágeno de la vitamina C la principal proteína estructural en el cuerpo, necesario para mantener saludables los vasos sanguíneos, órganos, piel y los huesos.
La ingesta regular de alimentos ricos en vitamina C y esta vitamina ayuda al cuerpo a protegerse de la enfermedad del escorbuto y desarrollar resistencia contra los agentes infecciosos.
También contiene una pequeña cantidad de vitamina A, con elevados niveles de beta-caroteno.
Estos compuestos son reconocidos por tener propiedades antioxidantes.
La vitamina A también es necesaria mantener la piel sana y es esencial para la visión. Los estudios sugieren que el consumo regular de frutas naturales ricas en flavonoides favorece a que el cuerpo humano se proteja de los cánceres de pulmón y la cavidad oral.
Además, la piña es rica en vitaminas B como las tiamina, folatos, piridoxina, la riboflavina y minerales como el potasio, cobre y manganeso.
El potasio es un componente clave de las células y fluidos corporales, que nos puede ayudar a la hora de controlar la presión arterial y el ritmo cardíaco. El cobre es un elemento útil para la síntesis de glóbulos rojos.
El manganeso ayuda a las enzimas superóxido a que funcione en el cuerpo de la forma adecuada.
La piña contiene una enzima proteolítica bromelina que produce sangrado uterino si se come en exceso o en grandes cantidades durante el embarazo.
La piña contiene una enzima proteolítica bromelina que descompone las proteínas en los alimentos. Los investigadores han demostrado que el consumo de la piña ayuda a regular la lucha contra la artritis y la indigestión.
Preparación de esta deliciosa fruta.
La piña puede ser cortada y pelada de muchas maneras.
Por lo general, la corona y la base de la fruta se cortan con un cuchillo. Para pelar la fruta, coloca su base hacia abajo y con cuidado rebana la piel con la punta de tu cuchillo.
Una vez que se quita la corteza, corta la fruta en trozos deseables.